La herradura es el más común amuleto de la buena suerte y símbolo mágico
considerado como el talismán más antiguo del mundo. Sus aplicaciones
esotéricas, casi infinitas, van desde su capacidad para protegerse del entorno,
conciliar o disipar dudas, hasta conseguir deseos o ayuda en la buena suerte de
la persona.
Colgar la herradura tras las puertas como acto mágico de protección.
Existen buenas razones para suponer que la forma de la herradura está
vinculada al símbolo pagano de la diosa Luna que se encuentra en la antigua
Europa representada como Artemis y Diana siendo que este amuleto invoca la
protección de la diosa misma. Se relaciona con otras deidades protectoras, como
la Santísima Virgen María, que se observa a menudo de pie sobre una luna
creciente.
En la mayor parte de Europa, el Medio Oriente, y en el español colonial de
América Latina las herraduras de protección suelen colocarse boca abajo, pero en
algunas partes de Irlanda y Gran Bretaña la gente cree que las herraduras deben
colocarse mirando al cielo.
En las regiones donde se coloca la herradura hacia arriba, la gente
entiende que actúa como recipiente divino, tal y como el cáliz en las
operaciones mágicas, recogiendo esa bendición divina recibida, fertilizándola y
llevándola a la manifestación en nuestras vidas. Por esta razón se cree que
colocar la herradura boca abajo hace que esa bendición se pierda o se
desaproveche.
En los lugares donde las herradura son colgadas hacia abajo la gente dice
exactamente lo contrario, que la herradura debe volcar su contenido hacia ti y si
no no tiene efecto alguno. No obstante, esta posición no parece tan adecuada pues
sería anular su propiedad de recibir y en realidad no sería capaz de fecundar y
hacer crecer nada porque no recibirá substancia alguna.
En su función como un amuleto de protección mágico, la herradura es
especialmente colocada en las puertas de los graneros y los establos de toda
América, por lo general con las puntas de la herradura hacia abajo y se dice
que “no pasarán brujas allí en virtud del mismo.” La “buena suerte” se ha
relacionado cada vez con más fuerza con el símbolo de la herradura a modo tal
que en mucha películas se le hace referencia.
Ritualización, personalización y carga.
Para lograr su personalización y aumentar su poder basta con sostenerla
entre tus manos con actitud positiva, cinco minutos al día durante una semana. Una
vez cargado el talismán podremos usarlo para distintas peticiones.
* Para pedirle un favor personal a alguien bastará
con sostener la herradura con las dos manos y solicitar el favor o deseo en voz
alta.
* Para lograr la protección en tu hogar, cuélgala tras la puerta de tu casa con
la punta hacía arriba, trae buena suerte y protege a las personas que lo tocan
al salir.

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